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Ella
estaba empacando sus cosas, con el rostro lleno de lágrimas, termino de guardar
un par de pantalones que le hacían falta, cerró la maleta se secó la cara y
antes de salir se miró al espejo, a un lado de este se encontraba una foto de
ellos aquel día que fueron al parque, cuando eran felices juntos.
-
"fue nuestra mejor época"- pensó
Tomo
las llaves de su coche y salió con aquella maleta de tamaño mediana color
marrón, tomo el ascensor, salió del edificio y subió a su carro, y justo antes
de irse dio un gran suspiro y se permitió dejar salir un par de lágrimas, sabía
que era difícil y que dolía, pero también sabía que era lo mejor, para ella y
para él.
- ¿Dónde podía estar? - se preguntaba una y
otra vez, no le había visto desde que tuvieron aquella discusión, y es que jamás
habían peleado de esa manera.
Pero
fue lo mejor, ambos revelaron aquellos secretos que se habían guardado por
mucho tiempo y los volvió una especie de olla de vapor que algún día tendría
que explotar y dejar salir todo aquello que contenía.
En otro lado de la ciudad.
Él estaba caminando, tenía jaqueca, apenas
y podía mantener arriba la mirada, le molestaba el sol en esos ojos verdes
amielados, sentía que la cabeza le iba a estallar, empezó a caminar sin rumbo
hasta que llegó a una plaza en dónde se sentó enfrente de una señora que
alimentaba a las palomas junto a su pequeño hijo, aún lado, pasaron caminando
una pareja de adultos mayores, los miro y sonrió sarcásticamente, la recordó,
sin pensarlo ella vino a su mente.
-
¿Cómo estará? - Se preguntó, sabía que ambos habían cometido errores, pero ¿Enserio
todo había acabado?
Una
pelea de 10 minutos había provocado que 2 años de relación, un año de vivir
juntos y una maleta llena de promesas quedarán en el olvido; le gruño el
estómago, así que camino a un mini súper, compro un sándwich, una coca, una
aspirina y un par de gafas, ya que el sol en verdad le molestaba, salió de la
tienda y se dio cuenta que era hora de enfrentar la realidad, así que se
dirigió a aquel apartamento, aquel lugar al que algún día estaba ansioso de
llegar y al cual ahora solo quería dejar atrás.
Tomo
valor para subir a un taxi y dirigirse al departamento en donde una vez estuvo
ansioso por regresar, y ahora solo había recuerdos que le apachurraban el
corazón.
Abrió
la puerta, con la ligera esperanza de que ella estuviera ahí esperándole, pero
no, solo quedaba una foto ellos dos como único antecedente de que ella alguna
vez estuvo ahí, se quitó las gafas, y recorrió con la vista aquel lugar al que
no deseaba regresar, el lugar del cual algún día no quiso salir.
¿Por qué todo se había complicado?, Y es
que si tan solo no hubiera pospuesto contarle la verdad nada de esto hubiera
pasado, pero claro él hubiera no existe, Ethan abrió la puerta del closet para
sacar una muda de ropa y meterse a bañar, pero entre sus cosas encontró
una sudadera de ella, "la debió olvidar por error" pensó, la abrazó,
la abrazó como si fuera ella, con el corazón latente y dolido, se recostó en la
cama y por un momento se permitió llorar, llorar por todo lo que fue, lo que es
y lo que no será, llorar por qué ambos se lastimaron y es que tontamente
aquella noche en la cual se hicieron novios prometieron nunca romperse el
corazón el uno al otro, una promesa tonta, vacía y sin validez ya que ambos
guardaban un secreto el cual tenían miedo que el otro lo supiera, y como una
bomba de tiempo empezó su relación, hasta que llegó el día que esa bomba
explotó.
Quería volver el tiempo y no haberle
fallado a Alessa de la manera en que lo hizo, no sabía por qué se tuvo que
acostar ese día con otra chica, pero claro en aquel entonces esa chica que
ahora es un "error" le movía el piso, si se hubiera imaginado lo que
Alessa iba a significar para él, pero como saberlo, ella se metió poco a poco
en su piel, en su alma, dejando una huella que jamás nadie borrará.
Y con todos estos pensamientos Ethan se
olvidó del baño y se entregó en los brazos de Morfeo, aun con la sudadera de
Alessa.
