Estábamos reunidas en la cafetería Molly's tomando unos batidos.
—¿Irás a la fiesta de Johnson?—me preguntó Georgia con una nota de entusiasmo.
Ella era una de mis mejores amigas.Solo tenía dos,así que éramos tres en la mesa de la cafetería,éramos tres en el instituto y éramos tres en la vida,y tal vez siempre íbamos a ser solo nosotras tres.
—Creo que sí,ya he llegado a mi límite de quedarme aburrida en casa—respondí para luego darle un sorbo al batido de fresa que sostenía sobre la mesa de forma circular.
Jules nos miró con fastidio ante el tema.Después de Georgia y después de mí,ella era la tercera en este pequeño ejército:rubia natural,llena de pecas,de ojos azules y posee un gran intelecto es una de esas amigas que parecen medio brujas.Me parecía que podía ser la única chica en todo el vecindario que además de ser bonita,contaba con el privilegio de la inteligencia.Georgia se burlaba de ella,porque para ella—quien era un poco loca—era una anomalía contar con ambas características.
En el superficial y vano mundo de Georgia,no se podía ser ni bonita ni inteligente al mismo tiempo.O eras una o eras la otra.
—Ya no iré a fiestas,y ustedes tampoco deberían ir—bufó la pelinegra mientras jugueteaba con la colorida pajilla de su bebida—Se dice que Johnson solo la organizará para llevarse a alguien a la cama solo por un reto.El chisme ya está en todas partes.
—Creo que ahora tengo más motivos para asistir...—murmuró la rubia con su usual toque de picardía.
—¡No inventes!—exclamó Jules frunciendo el ceño,mirándola como si estuviera loca—Creo que deberías tranquilizarte,porque también he escuchado muchos chismes sobre ti.—Exhaló y relajo el rostro sin dejar de observarla.—¿Con quién te andas acostando? Debes tener cuidado,ya todos sabemos que el instituto alborota las hormonas,pero en serio debes calmar las aguas allá abajo.
A veces,Jules utilizaba términos bastantes formales para referirse a partes no expuestas del cuerpo;otras veces era lo suficientemente directa como para que escucharla no fuera tan tedioso.
Lo soportaba por alguna extraña razón,y yo,la que se mantenía en un punto neutro.
No había que malentender,no era tan aburrida,ni tan entretenida,ni tan inteligente.Era muy normal,hacia cosas normales como más que hacen todos,también iba a fiestas,también quería acostarme con chicos—solo que no tenía la suerte de Georgia—y también veía necesario no tener una nuez en el cerebro.
Jules hizo a un lado su bebida y se inclinó hacia adelante para apoyar los antebrazos sobre la mesa.Teníamos cerca a varios chicos que asistían al mismo instituto que nosotras,así que antes de hablar echo un vistazo a los lados para asegurarse que nadie estaba pendiente de nuestra conversación.
—Dicen que durmió con el primo de Johnson y con Matt al mismo tiempo —nos susurró.
De inmediato vi a Georgia.Ella solo observaba hacia los lados,esquiva.
—¿Eso es cierto?—le pregunté,alzando una de mis cejas,aunque para ser sincera no me sorprendía tanto.
—Quizás un poco,pero...—masculló.Su fino rostro se puso tenso—.Es que yo siempre quise intentar...No saben,es que quiero decir ¡Ah! no es para tanto.
—Claro que no,solo es un trío es de lo más normal en el jo*dido mundo,pero si es idiota dormir con dos de los chicos más imbéciles del instituto que solo buscan hacerlo únicamente para contárselo a todos como si fuera una gran hazaña,hay algo más,hay algo mal—puntualizó Jules y se echó hacia atrás,destruyendo el aire de confidencialidad.
—No son maduros—opiné encogiéndome de hombros—.Después de todo,es solo ir a la cama.No es nada especial.
Para mí no lo parecía.Para mí ni siquiera parecía un tema de relevancia,ambas estaban conscientes de eso.Saber que Georgia había hecho un trío y que Jules sacaba cualquiera de sus opiniones magistrales sobre ello,era lo normal.
Lo anormal,lo poco común,lo inesperado,fue que la puerta de la cafetería se abriera,sonará la campanita y mi mirada se encontrará cara a cara con el pasado.
Para mí sorpresa,ahí estaba Hunter.
Mi «Peligroso misterio» se introdujo en el lugar como si fuera de lo más normal que anduviera por aquí,cosa que no era cierta porque él nunca frecuentaba la cafetería.
Reconocí de inmediato su espeso cabello negro y brillante en contraste con su tez clara,su mirada—en está ocasión serena—de párpados ligeramente caídos como si tuviera sueño o una gran indiferencia hacia todo lo que le rodeaba,esa chaqueta de cuero negro que en conjunto con su ropa oscura le daba un aire enigmático.
Era él,no lo dudaba.Estaba allí,a pocos metros de mí.
Pasó justo al lado de nuestra mesa y no me mire ni me tomó en cuenta.
—¿Quién es él?—inquirió Georgia rápidamente.
Me di cuenta de que no solo había captado mi atención,sino la de unas cuantas personas más.
Cómo pasaba con cada persona extraña que visitaba la cafetería,algunos lo miraron con curiosidad,porque todos en este lugar se conocían,por lo tanto,si alguien nuevo aparecía se hacía un nuevo chisme en fracción de segundos.Pero nadie sabía la realidad,que en realidad no es nuevo,que había estado en Riverdale desde siempre,al igual que todos ellos.
Observe a Georgia y luego regresé la mirada hacia él.Se acercó a pasos tranquilos hacia la barra y comenzó hablar con la chica que atendía ese lado de los cafés.
Quedé en asombro,era primera vez que veía a Hunter en un lugar público entablando algún tipo de comunicarme o conversación con alguien,aunque fuera para hacer un pedido.
—¿No me van a decir?—preguntó Georgia de nuevo,alternando la vista entre ambas.
—No es nadie importante—respondí rápidamente.
—Él es Hunter—contestó Jules al mismo tiempo que yo.
Baje la mirada y la fijé en mi café,pensativa,extrañamente desconcertada.
—¿Hunter o nadie?—soltó Georgia.
Sus labios se ensancharon en una sonrisa divertida,la misma que expresaba cuando tenía una idea loca se cruzaba por su cabeza.También meneó su espesa y natural melena rubia,un gestó que conocía perfectamente.
Cuando Georgia agitaba el cabello era porque estaba dispuesta a coquetear con Hunter sería cómo mezclar agua con aceite,algo que por nada del mundo compactaría,pero,aunque se lo hubiese advertido,ella con más ganas lo hubiera hecho.
—¿Nuevo?—preguntó sin apartar la vista de él—.Debe serlo.No había visto a nadie por aquí con ese estilo.Me recuerda a los chicos que encuentras en Pinterest,digo,guapos,no a los depresivos.
Jules la miró con lo que reconocí era algo de molestia,luego le dijo:
—Él es tan viejo cómo nosotras aquí ¿Vives en una roca?
—¿Entonces porque no lo había visto antes?—inquirío Georgia.
—Quizás porque no ha estado detrás de tí para co*gerte—repuso Jules con fastidio.
—¿En serio? No lo creo,yo no olvidó rostros ¿Sabían? Y el rostro de ese chico no esta en mi registro—insistió la rubia,echándole otro vistazo completo a la parte trasera de Hunter que aún se encontraba en la barra.
—¿Estás segura de que tú registro no está ordenado solo por los tamaños de los pe*nes de todo el instituto?—expresó Jules.
La punta de la flecha cayó directa sobre la expresión de Georgia.
—Ya deja de decir cosas así—resopló y volcó los ojos.Jules esbozó una sonrisa triunfal—.¿Me pueden explicar al menos?—agregó,algo exasperada.
—Bueno...Hunter—comencé a decir.Ambas me miraron—.Él siempre ha tenido gustos diferentes,es algo retraído.Incluso toma algunas clases con nosotras.No lo has notado porque es callado,pero muy callado,él es incógnito.
—No ¿Es así como un rarito?—murmuró colocando una mano sobre su pecho,como si aquello le asustara.
Jules extendió el brazo y le dio un golpe en la frente.Eso es algo más que también le llamamos "Normal"
—¿Rarito? rara tú que dejas que cualquier punta entre en tus agujeros—le dijo,no pude evitar soltar una risa por el comentario—Hunter siempre ha tenido excelentes calificaciones,a mí me parece que es una joya sin descubrir.Probablemente sabe más de nosotras y no quiere perder su tiempo hablando con seres inferiores.
—Yo no soy inferior ¿Quién rayos me conoce?—Resopló Georgia,haciendo un gesto de suficiencia.
—Pues,claramente Hunter—señaló Jules,como si fuera algo más que obvio.Reprimí una risa,aunque la rubia fingió un puchero—.Mira,analicemos los hechos.Cada vez que alguien pasa al lado de esta mesa,te mira,incluso cuatro mesas atrás a la derecha parecen que unos chicos están hablando de tí—Georgia miró por encima de su hombro y lanzó una mirada junto a un típico saludo de coqueteó hacia esa mesa donde se encontraban tres chicos del instituto,nada feos,la observaban—eso pasa siempre ¿No es así? Hasta en la calle,en todas partes,hace aproximadamente diez minutos que Hunter,posiblemente el chico más raro que existe,pasó justo a un metro o quizás dos menos de esta mesa y no te miro en lo absoluto.Eso quiere decir que si existe un hombre en este mundo al que no le interesas ¿Alguna opinión?
Jules siempre terminaba un análisis con esa pregunta.Le encantaba hacer debates.Lo raro era que el tema de su debate era Georgia y Hunter,sobre todo Hunter.Se sentía rarísimo para mí.Aunque quizás alguna vez le comenté algo a Jules sobre Hunter,ninguna de ellas sabía que él había sido mi juego favorito de la infancia.
El juego de «Descubre el misterio sobre Hunter» me había entretenido por años.Por esa razón lo sentía tan cercano.
—Es obvio que no le puedes gustar a todo el que llegue—comenté.Ella no dijo nada,se quedó mirando el vacío—Pero se feliz le gustas a la gran mayoría.
—Pues ¿Saben? no me gustan los raritos—escupio Georgia y alzó la barbilla con suficiencia.
Dieron el tema por terminado y gracias al asunto de la fiesta dejaron de prestarle atención a Hunter.Pero yo no.Me mantuve en silencio,mientras que con disimulo continúe mirando hacia la barra.
Allí se hallaba,sentado en uno de los taburetes de colores,esperando.
Recordé las tantas veces que había estado espiando su casa porque pensaba que algo malo sucedía dentro de ella,y todas las veces que no había podido confirmar mis sospechas.Recordé también—Como planes fallidos—las tardes en las que había ido a buscarlo para jugar.Recuerdo que todos y cada uno de mis intentos por acercarme a Hunter habían fracasado;Pero entonces ahí estaba él,entre toda esa gente con la que no solía mezclarse,haciendo caso omiso a mi presencia,ignorando el hecho de que era yo la única tan insistente e interesada en conocerlo aún sabiendo que era como un repelente de mosquitos pero para humanos.
Sabiendo que era un repelente de humanos.
Y eso,de alguna forma me molestaba.
Me parecía muy injusto.
Despertaba de nuevo mi riesgo de curiosidad.
Después de que ella le entrego el vaso,Hunter le pago y se dirigió a la salida con la misma calma con la que había entrado.Mi cerebro proceso toda la información en microsegundos y vi aquella ocasión como mi primera y última oportunidad para hablarle,para finalmente,oír su voz.
Ni siquiera en la clase lo había escuchado hablar,ni siquiera ahí porque solo he visto como mueve sus labios entre el sonido de la música,así que tenía la única posibilidad de comunicarme con él.
Tenía la posibilidad de que notará mi existencia.