En medio de la noche, Ruby estaba dormida.
"Ay" El dolor hizo que Ruby abriera los ojos.
Se dio cuenta de que no era un sueño.
El hombre, que regresaba solo una vez a la semana, la estaba presionando. Bajo las cálidas luces amarillas, se veían tanto los músculos de la parte superior de su cuerpo como el brazo delgado y largo.
"¿Estás despierta?", le dijo el hombre a Ruby indiferentemente con su voz profunda. Aunque veía que Ruby le miraba atónita, inclinó la cabeza y le besó sin cesar sus movimientos.
Parecía que no hacía esto por amor sino para cumplir una tarea.
Al día siguiente, Ruby se despertó por el sonido de los autos en la planta baja.
Se sentó de la cama abranzando su manta y se quedaba aturdida durante unos diez segundos. Al oír los sonidos de la cocina, salió corriendo de la habitación y vio una figura alta trabajando en la cocina.
El hombre de pijama tenía una cintura delgada y piernas largas. Se veía delgado pero no era débil según sus comportamientos de la noche anterior.
Pensando en lo de la noche anterior, Ruby se sonrojó, sintiéndose un poco avergonzada.
¿Qué estaba pensandoen la madrugada?
Después de terminar de cocinar, Ethan salió y vio que Ruby llevaba camisón y se quedaba atónita, "Cámbiate de ropa", dijo con el ceño fruncido.
"Ah, vale." Ella se miró a sí misma y luego corrió hacia su dormitorio rápidamente.
Después de que ella se aseaba, Ethan ya estaba desayunando a la mesa del comedor. Ella vino y se sentó frente a él.
Tenían una pinta atractiva el sándwich y los huevos fritos hechos por el hombre, Ruby se los comió de manera lenta. Nadie hablaba nada y solo se oyó el sonido de cuchillos y tenedores sobre la mesa.
Ruby ya estaba acostumbrada a este tipo de vida.
Después del desayuno, Ruby llevó los platos a la cocina y chocó contra la puerta por accidente cuando salió de la cocina, y le dolía tanto que daba respiraciones profundas.
Al ver eso, Ethan le cogió una curita del armario.
"Gracias." Ruby sabía que él siempre era indiferente, pero todavía se sintió amarga por su reacción.
Si una mujer se había hecho daño, sus maridos se preocupaban por ella y veían si era grave. Pero los dos no se trataban así, los dos parecían dos desconocidos que vivían en un mismo hogar.
Sin decir nada, Ethan se dio la vuelta y se puso la chaqueta.
Hay que admitir que algunos hombres eran encantadores y poderosos en trajes, especialmente, Ethan, delgado y alto.
"Recuerda lavar los platos. No los dejes en el fregadero". Mientras lo decía, Ethan ya llevaba puestos sus zapatos de cuero.
Solo se oyó que cerró la puerta cuando ella reaccionó.
Ruby siguió acuclillándose allí. Si se sintió triste por las acciones anteriores de Ethan, ya estaba tan desesperada como si el frío invadiera sus huesos.
Sabía que Ethan no la amaba y se casó con ella por la obligación de su padre.
Incluso, le pidió que ella firmara contratos con él, incluidos el acuerdo prenupcial y el postmatrimonial, cuando decidieron casarse.
Entre los artículos estaban, por ejemplo, cada uno debía pagar la mitad de los gastos; no se podía tener hijos dentro de 4 años; se solicita el divorcio en el cuarto año, etc.
Ruby ya había firmado todos los contratos, e ingenuamente pensó que podía calentar el corazón frío de Ethan.
Inesperadamente, no sirvió para nada todo lo que había hecho en los últimos tres años. Sin embargo, seguía tratándole de manera helada.
Como se veía, desde la noche anterior hasta ese momento, solo había dicho 4 oraciones en total. Siempre hacía eso con mucha cautela ya que temía que ella pudiera quedar embarazada.
Era ridículo llevar una vida así con el marido.
