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Si Decido Quedarme

Si Decido Quedarme

Autor: Griss

Terminado

YA&Teenfiction

Si Decido Quedarme PDF Free Download

Introducción

La vida está llena de equivocaciones, de historias fallidas, de muchos errores, de los cuales se supone, uno adquiere experiencia y conocimiento, pero la mayoría nunca aprende. Mi historia no es muy diferente a la que les ha sucedido a otros. Conocí a una chica, que cambió mi vida por completo, me hizo ver el mundo como nunca nadie lo había hecho, tan sólo en un par de meses, para que luego desapareciera llevándose consigo lo que había cambiado en mí, mi alegría, mi todo, hasta mis ganas de vivir. Pero ahora reconozco que fue un error haberme enamorado de ella. Tal vez, sólo tal vez, si no lo hubiese hecho, ella aún estuviera aquí, aunque no conmigo.
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Chapter 1

Jack

Estoy observando a través del cristal de mi ventana, como mi vida de mierda, se está echando a perder y se va al abismo, veo pasar todo lo que he hecho y lo que he logrado. No hay nada que valga la pena, todo lo que hago, lo hago sin pensar, he vivido sólo por vivir y nada más. Tengo dos trabajos, aparte estudio también, siempre ignoro todo lo que acontece a mi alrededor y eso incluye a mi familia por igual, siento que no hay nada que merezca lo suficiente en mi vida. Soy un asco.

Enciendo la televisión por matar el tiempo, mi departamento es uno, o mejor dicho es el último de un edificio central, lo tengo decorado a mi gusto, todo blanco, casi crema. Creo que ya va siendo hora de que reciba una remodelación. No Jack, el que requiere un cambio eres tú. Niego, ¿A quien le importa? Hago zigzag en los canales, pasando velozmente, no hay nada, sólo basura como diría mi hermana. Al final halló uno que habla sobre la naturaleza o vida salvaje, lo dejo y me voy a la cocina a prepararme un jugo de frutas, aunque no me haría mal una copa. Al fondo se ve la biblioteca y el despacho, la puerta abierta y sobre mi escritorio un montón de papeles por revisar ¡Genial trabajo sin completar!

Realizo mis tareas para mañana y me voy a la cama. La universidad, el trabajo, otro día aburrido y tedioso me espera. Me despierto cuando la alarma suena 15 minutos antes de las 5:00 a.m. me doy un baño y me visto, como aún es temprano cuando acabo, y no tengo ganas de desayunar, cojo una manzana verde, mis favoritas y salgo hacia mi primer trabajo. Editorial St. Delphi, está ubicada en el centro de la ciudad, a unos 20 minutos de mi casa.

Cuando llego, sólo está el guardia, como siempre —Buen día Sr. Evans – saluda desde la esquina — Buenos días – contesto. A diario decimos lo mismo. No soy muy comunicativo que digamos, no sé, ni como diantres conseguí empleo aquí, ah sí, debo admitir que puedo ser muy convincente algunas veces. Aquí soy editor de ficción, no es tan complicado, para los que somos amantes de libros, es pan comido. Sólo tengo que estar revisando escritos, casi todos los días.

Llego a mi oficina, en la quinta planta, al abrir la puerta encuentro, como no, en mi mesa hay cinco historias por leer. Me voy a preparar un café, bien

cargado antes de comenzar. Dos horas después, ya voy por el tercero, estoy más que aburrido, en serio esto es tedioso, además no tiene nada de ficción, todo lo contrario. No los termino, los dejo con una nota de leídos, envíelos a la oficina de revisados y en espera. Porque en definitiva, yo no ayudaré a publicar esto, es mas historia y romance barato que otra cosa, creo que se equivocaron de sección y era a mi colega Burks a quien debían enviárselos.

Cuando voy de salida, ya todos están en sus respectivos puestos, aquí todos saben como soy, así que me saludan con un cabeceo o se hacen los disimulados. Me voy ahora a cambiar y salgo para la

universidad. Estudio literatura, claro. Llevo dos años y medio, y debo admitir que no conozco a detalle a la mayoría de mis compañeros, bien, ya lo había mencionado antes, lo social no va conmigo. Rápidamente las horas pasan volando y estoy en la tercera. Estudio de la literatura británica. Estoy ensimismado, pensando en los problemas de Hubert, un compañero de mi segundo trabajo, cuando escucho mi nombre — Sr. Evans – llama mi profesor, me quedo en blanco, no tenía la menor

idea de que me hubiese preguntado algo — ¿Si profesor? – digo, esperando que vuelva a preguntar — Le informo, que le toca hacer pareja con la Srta. Ferrars – responde y creo que me lo está repitiendo,

porque escucho risitas en la parte de atrás y adelante – Si, entiendo señor –replico. Asiente con una sonrisa y se va a seleccionar el siguiente grupo. Busco a quien va ser mi compañera de investigación, sobre las obras más cumbres de los escritores clásicos ingleses y me encuentro con Harleny Ferrars, quien me ve medio nerviosa, medio timida — Hola – saluda con una vocecilla, está parada frente a mi mesa — Hola – respondo, lo más neutro que puedo — Este... bien, no sé cuando quieres empezar, por mi no hay problemas en tu elección, estoy abierta a opciones – me dice. La miro y me detengo a observarla mejor, de pies a cabeza, lleva puesto lo que parece ser una falda ancha y larga, de color negro, una blusa azul pálido y un suéter también en tono oscuro, lo primero que se me cruza por la mente, es que esta chica pertenece a un grupo religioso, donde le prohíben vestir corto o a la moda. Subo la vista y me doy cuenta de que ella también está mirándome, unos preciosos ojos dorados, expectantes, están esperando mi respuesta — Mira, mi horario no es muy fácil que digamos, así que, si te parece bien, me das tu número y te llamaré hoy, por la tarde para quedar – le digo. Puedo decirle que sí, sin ningún problema, pero quiero probar su confianza. Me

doy cuenta también que hace un silencio fúnebre, todos nos están mirando. Ella asiente, escribe en una hoja de su libreta lo que supongo es su número y me lo entrega. Con una sonrisa se gira y vuelve a su asiento, junto a Stanley, creo, quien a sido su compañera todo el tiempo, está me mira y sonríe, luego se acerca al oído de su amiga, antes de que continúe la clase, me parece escucharle preguntar, por mi colonia, o puede ser que escuché mal.

Al acabar mis seis clases, me dirijo a mi segundo trabajo, este me gusta un poco más que el primero, soy mesero en un restaurante, que por la noche se convierte en bar, y me toca estar en la barra — Hey

Jack, el jefe hoy anda de buen humor – me avisa Lucas con una sonrisa — Genial – le respondo con desgana, la verdad me importa un rábano como ande el puto Stiven, con tal haga su trabajo, que a decir

, no es mucho lo que hace. Cojo mi delantal y me lo pongo. El restaurante está lleno, paseo de una mesa a otra, pero siempre observando lo que hacen los demás empleados. Después de un largo tiempo, tengo 10 minutos de descanso, me recuerdo que debo llamar a mi compañera, y no tengo la menor idea de lo que le voy a decir, espero y le gusten los libros clásicos, porque en serio no pienso trabajar yo solo.

Busco en mis vaqueros y pescó el papel que me dio, marco veloz y espero a que conteste, lo hace al tercer tono — ¿Diga? – su voz suena aún más baja en teléfono. — Harleny, soy Jack, tu compañero de trabajo – aclaro — Sé quien eres Jack Evans – replica y puedo percibir que está sonriendo. Claro, somos compañeros desde hace mucho, que tonto me siento. ¡Estupendo lo que me faltaba! Contrólate Jack me digo — ¿A que hora te acuestas? – inquiero — Oye, ¿Qué clase de pregunta es esa? – devuelve. Mierda detesto esto, no sé como actuar con las personas as y que me devuelvan las respuestas con preguntas ¡Genial! — Lo siento, es para salir de mi trabajo algo temprano – explico – Umm, como a las

10 – contesta después de pensarlo. Debí imaginarlo, una santurrona que se acuesta temprano, ya claro. — Bien, llegaré a las nueve – digo colgando, sin esperar respuesta. Busco al “Jefe” que va pasando por la barra — Stiven, tengo un trabajo de la Universidad en grupo que hacer, saldré temprano hoy – aviso, tanto como si dice que sí o no, me iré igual — Claro Evans, está bien. Gracias por informar. – responde. Veo brillar sus ojos. Como no, el puto Stiven ha estado bebiendo, eso explica su buen humor. Bien, bien Jeffrey, sigue así, una más que anotaré en tu larga lista.

Antes de marcharme, revisó mi mochila, libretas, PC, todo lo que necesito y me voy. Hora de conocer a la tímida chica que me tocó por compañera.