?Ellos eran almas gemelas, aunque muchas veces vienes a esta vida a encontrar a tu alma gemela, pero no a permanecer una vida juntos?.
Siempre escucho la típica historia de gente que dice: ?Un día voy a escribir mi historia, es digna de ser contada?. ?Acaso las personas no saben que a la mitad de nosotros no nos interesa la de alguien más que no sea la nuestra?
Bueno, hoy seré una de esas personas que creen que la suya es digna de ser contada, y la verdad así es, creo que es de las que leería en un libro. No soy de esas locas que vienen a pintaros el cuento perfecto, porque seamos sinceras, no vomito corazones ni arcoíris como un maldito filtro de Snapchat. Mi realidad es cruda.
Mi historia no es diferente, ni digna de convertirse en una película de Nicholas Sparks. Trata de lo que somos, de lo que queremos ser, de lo que aspiramos, pero sobre todo de la inseguridad de las personas.
No soy modelo, ni mucho menos tengo el cabello de un anuncio de Sedal. Solo soy yo, Mía Karakla. Una chica que hace seis a?os entregó su corazón a alguien que ni siquiera supo que lo tenía. Qué irónico.
?Cómo diablos das algo que ni sabías que existía en ti?