Una noche, a las diez en punto, Selene York regresaba casi arrastrándose a su apartamento. Estaba borracha y exhausta.
Se iba a casar al día siguiente, por eso decidió hacer una despedida de soltera con algunos de sus amigos, para celebrar sus nupcias. Al final, Selene terminó bebiendo demasiado y la cabeza le daba vueltas.
Se tumbó en el sofá y cerró los ojos para desembriagarse un poco, pero escuchó sonidos extraños que provenían del baño. Sonaban como jadeos de un hombre y de una mujer. Abrió los ojos y se levantó del sofá con cuidado, llevándose una mano a la cabeza para no marearse. Empezó a caminar hasta el baño, apoyándose contra la pared y escuchó la voz de la mujer de nuevo.
"¡Más rápido, más rápido!" Gemía.
Se paró en seco al escuchar el vergonzoso sonido de un cuerpo desnudo chocando contra otro. De pronto, sintió que la borrachera desaparecía por completo de su cuerpo y se quedó helada, escuchando la respiración agitada del hombre.
"No despiertes a Selene", dijo el hombre en voz baja. "Te llevaré a casa".
"¿Tienes miedo de que se entere de nosotros?" Preguntó la mujer. "No te preocupes, ella ha bebido mucho y ustedes se casan mañana, así que al menos déjame satisfacerte esta noche".
Rachel Johnson besó al hombre con pasión mientras miraba la silueta detrás de la puerta del baño por el rabillo del ojo. 'Selene, deberías rendirte después de ver esto', pensó. 'Para que el bebé que está creciento en mi vientre tenga sea legítimo'.
Por otro lado, afuera del baño, Selene hizo todo lo posible para no llorar y retrocedió unos pasos, tambaleándose. Se aferró a la pared para apoyarse y, apenas dejó de tambalearse, apretó la mano en un puño. El color había desaparecido de su rostro.
Ella había renunciado a un puesto importante por este hombre y había permitido que Rachel lo asumiera, en su lugar.
Además, como él se lo había pedido, Selene había hecho todo lo posible para ayudarla a conseguir el puesto.
Y aun así, ellos habían estado teniendo relaciones sexuales a sus espaldas por mucho tiempo.
Al mismo tiempo, en el baño, los dos seguían ocupados en su noche de pasión. El ruido solo se disipó después de mucho tiempo.
Selene permaneció en el sofá, recostada, reprimiendo el dolor en su corazón y escuchando a los otros dos en el baño. Ni siquiera tenían la decencia de ser un poco más discretos con los sonidos que hacían.
De repente, Rachel salió del baño del brazo del hombre y luego salieron juntos del apartamento.
Cuando Selene se dio cuenta de que ya se iban, se escondió debajo del sofá, para que no la vean, y después de que salieron, se escondió detrás de la cortina y vio cómo los dos subían juntos al auto del hombre. Sentía que su corazón se estaba rompiendo en mil pedazos y las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.
El hombre le había prometido que irían a la Oficina de Asuntos Civiles a obtener su certificado de matrimonio mañana por la mañana. ¿Cómo iba a explicar lo que acababa de pasar?
Selene se fue a su habitación con el corazón muy pesado y adolorido. No logró dormir mucho; su mente estaba llena de dolor y odio. Cuando por fin llegó la hora de irse, condujo hasta la Oficina de Asuntos Civiles. Quería ver cómo la trataría Logan Brun.
A pesar de que ya era la hora pactada, Logan todavía no llegaba.
Selene se sentía ansiosa, esperándolo en el pasillo, y cuando vio su reloj, decidió que lo iba a esperar por una hora. De pronto, su teléfono empezó a sonar. "Selene, Rachel se lesionó mientras les enseñaba el trabajo a tus nuevos practicantes", Logan le explicó. "Tengo que ocuparme de eso ahora. Sé que ya debes estar en la Oficina de Asuntos Civiles, pero vamos a tener que posponer el matrimonio".
Selene soltó una risa irónica. Se sentía muy impotente al no entender cómo Logan podía ser tan descarado.
Apretó su teléfono con fuerza y colgó sin decir una sola palabra. Ella había decidido no casarse con Logan desde que se enteró que le estaba siendo infiel con Rachel. ¿Y él quería posponer el matrimonio? ¡De ninguna manera!
Como se dio cuenta de que Rachel era más importante que todos los años que habían pasado juntos, Selene deseaba que ese par de desgraciados envejecieran juntos.
Sin embargo, cuando estaba a punto de irse, vio un auto de lujo estacionarse no muy lejos de ella. Un hombre alto bajó del auto y, mientras caminaba hacia la entrada, se quitó las gafas de sol. El mundo entero pareció oscurecerse en el momento en que se las quitó.
El hombre tenía un aura muy misteriosa y opresiva. Al verlo caminar, Selene tuvo la impresión de que se parecía mucho a un emperador llegando a su reino.
Cuando vio su rostro un poco más cerca, Selene recordó que había visto al hombre antes, en un evento. Era Miles Johnson, el director de Royal Media Entertainment.
Aunque habían pasado dos años desde la última vez que lo vio, lucía exactamente igual. El traje que usaba, que se notaba estaba hecho a medida, complementaba su alta figura y le daba un toque extravagante.
"Director, todavía no podemos ponernos en contacto con la señorita Monroe", el hombre que iba con él, que Selene pensó era su asistente, dijo. "¿Quiere que mandemos a alguien para que la recoja?"
"No", Miles respondió en un tono severo. "No esperaré a una mujer que llega tarde a su propio matrimonio". Su mirada fría y su ceño fruncido daban a entender que estaba de muy mal humor.
"Pero el presidente dijo que tenía casarse hoy", el asistente dijo en un tono urgente. "De lo contrario..."
"Tienes veinte minutos para encontar a una jovencita que esté apta para casarse", Miles le ordenó sin pensarlo dos veces.
¿Una jovencita apta para casarse?
Los ojos de Selene brillaron. Miles estaba buscando a una jovencita para casarse y no le importaba quién fuera. Por su parte, ella todavía estaba tratando de procesar la traición de su prometido y pensó que sería bueno encontrar un hombre al cual pudiera amar, para que le diera una bofetada a Logan, por lo que le había hecho.
Quería demostrarle a Logan que ella podía encontrar a un hombre mejor que él y hacer que se arrepintiera por haberle sido infiel.
Después de pensarlo por un momento, Selene caminó hasta donde Miles estaba.
"Director Johnson, si todavía no puede encontrar una joven para casarse, ¿qué le parece si se casa conmigo?" Selene sugirió. "Permítame que me presente. Mi nombre es Selene York".
Mientras escuchaba a Selene hablar, Miles sintió como si el tiempo se hubiera detenido. No pudo evitar fruncir el ceño al ver la figura esbelta que tenía en frente de él.
