NOELIA
Sigo buscando en mi computadora el proyecto, estoy segura de que lo guardé, no suelo cometer errores y menos con el trabajo, observo el reloj de pared y quedan quince minutos para la junta, tampoco encuentro el proyecto en físico, lo dejé guardado en mi archivador, sigo rebuscando en la nube y no encuentro nada, alguien tuvo que hackear o robar la información, debo de hablar con el gerente de inmediato.
Salgo de mi oficina y voy directo a gerencia, esto no se va a quedar así.
—Buen día Romina, ¿Se encuentra el señor Leonardo?
—Buen día Noelia, él se encuentra, pero está ocupado con Catrina, sabes que no le gusta que lo interrumpan.
—Esto es urgente, intenta llamar para que me reciba por favor.
Espero con impaciencia que Romina haga su trabajo, pero nadie atiende, esto me pone de mal humor, observo el reloj en mi muñeca y noto que faltan diez minutos para la junta.
—Lo siento Noelia, no atiende, ya sabes que cuando ve un par de piernas le vale todo lo demás.
—¡¿Qué dices, que no me atiende por estar follando a esta hora?! esto es más importante que un polvo en horas de trabajo, ¿Qué se cree este hombre?
No me aguanto más la rabia, entro sin pedir permiso a la oficina del señor Leonardo y lo que veo me cabrea, tiene a Catrina piernas abiertas sobre el escritorio embistiéndola sin piedad.
—¡Pero...! ¿Qué significa esto? ahora ya no respetan a sus superiores. —dice en tono ofuscado el tipejo.
—La secretaria ya hizo su trabajo señor Leonardo y no la atendió por follarse a esta mujer, lo que tengo para decirle es más importante.
—Noelia, el hecho de que lleves años trabajando aquí no te da el derecho de hacer lo que te venga en gana.
—Su vida personal no me interesa si es eso lo que le preocupa. En breve se llevará a cabo la junta y vengo a reportar que han robado mi trabajo.
Veo que, de forma degenerada, saca su asqueroso miembro de las piernas de Catrina quien trata de arreglarse la ropa sobre el escritorio, él deja que observe como se lo limpia, aparto mi vista, pues es asqueroso.
—No me interesa tu propuesta, ya Catrina me ha traído una excelente propuesta que presentare en la junta, así que no debes preocuparte más por eso.
—¡¿Cómo es eso posible, si he trabajado por semanas en ese proyecto, cuando sucedieron los cambios que no me informaron?!
—Los cambios los acabo de realizar, ahora si no te importa puedes largarte, has estropeado lo que estaba haciendo, no quiero que estropees la junta con tus arrebatos.
Veo como levanta a Catrina del escritorio y debajo de donde ella estaba sentada toma una carpeta de color verde y mi furia se desata ¡esta mujer es una sinvergüenza sin escrúpulos! mi cuerpo se calienta de solo imaginar lo que hay dentro de esa carpeta.
—¡¿De dónde sacó esa carpeta señor Leonardo?!
—Es mi trabajo, personalmente lo he venido a dejar, pues no confío en nadie de esta empresa. —dice Catrina con suficiencia.
—¡No puede ser...! ¡quiero ver esa carpeta, no creo que esta mujer lo haya hecho!
Me abalanzo hasta el escritorio, le arrebato la carpeta al infeliz de mi jefe y lo reviso, la muy puta no cambió ni una sola puta palabra de lo que escribí, es mi maldito trabajo, me quemé las pestañas por días y la mujer se jacta de haberlo hecho.
—¡¿Pero que descaro es este?! ¡este es mi proyecto, tú me lo robaste! —le digo apretando los dientes por la ira que se está formando en mi interior.
—No tienes pruebas de una acusación así. Leonardo sabe que me esforcé mucho
—¡Es suficiente Noelia, sal de mi oficina, está claro que el proyecto es de Catrina, ahora vete!
—¡Me largo, pero no sin antes dejar claro que no permitiré un atropello de esta magnitud!
Agarro las hojas y las hago trizas en sus caras, me rio de la satisfacción al ver la cara de espanto de ambos, Catrina sale corriendo hasta donde me encuentro al ver su supuesto trabajo hecho nada.
—¡Ahora si me largo! —les digo con suficiencia dándome la vuelta.
—¡Maldita engreída, me las vas a pagar!
Siento que tiran de mi cabello hacia atrás y caigo de rodillas al piso, ¡Pero qué mujer más atrevida! ¡no sabe con quién se ha metido! Estando en el piso agarro impulso con mis piernas hacia adelante chocando mi cabeza con su pecho, caemos al piso, pero yo sobre ella. Dejo caer mis puños en su cara, la adrenalina recorre todo mi cuerpo, estoy furiosa, me buscó y me ha encontrado.
Escucho gritos detrás de nosotras, pero no me contengo, le sigo dando con mis puños, esto no se queda así. Me empuja en un impulso y se abalanza hacia mí, tira nuevamente de mi cabello, y hago lo mismo, el asombro es cuando me quedo con unas mechas rubias en mis manos, la mujer se espanta y aprovecho en arrancarle todos los pelos posibles, ¡que dulce es la venganza y más cuando lo haces con tus propias manos...!
—¡Noelia basta, la vas a matar! —escucho que Andrea grita y corre a mi dirección.
—Esa es la idea, que le quede claro que conmigo nadie se mete.
—¡Basta, fuera todos de mi oficina, que nada se les ha perdido! —grita el inútil de mi jefe, socorriendo a Catrina.
Andrea me sujeta por los brazos y mi pecho está muy agitado, vaya... descargué mucha tensión acumulada y se siente de lo mejor.
—¡Estás despedida Noelia, lo que has hecho es imperdonable!
—¡Me largo con la satisfacción de no dejar mi proyecto en manos de mediocres como ustedes, métanse su empresa de mierda por donde les alcance!
Salgo con Andrea detrás de mí, se fue al carajo todo, la junta, proyectos, todo. Llego a mi escritorio y me tranquilizo un poco y recapacito en todo lo que ha sucedido hasta esta mañana.
¡Mierda...! mil veces mierda, no puedo creer lo está pasando en esta puñetera empresa, todo era perfecto, ¿En qué fallé?
—Señorita Noelia, su liquidación está lista en recursos humanos.
—Gracias Mónica, en breve paso por allá.
Le contesto sin ninguna emoción, llevaba trabajando aquí cinco putos años, ¡caramba di todo mi pellejo para que este día no llegara, no tan pronto!
Lo importante es que me llevo una buena suma de dinero, merezco unas placenteras vacaciones y me las voy a tomas ya luego de eso organizaré mi vida nuevamente ¡¿Quién dijo que esto me asusta?! al contrario, mejores cosas vendrán.
Paso con mi caja por las oficinas de recursos humanos, retiro el cheque y espero en la cafetería del primer piso a que Andrea mi compañera de piso y antigua de trabajo termine su jornada e irnos juntas a casa.
—Lo siento Noe, me da pena lo que ha sucedido el día de hoy.
—¡Por Dios!, no sientas lastima Andrea, esa puta se lo merecía, se ha robado mi proyecto de trabajo, lo menos que pude haber hecho fue dejarla calva, así aprenderá a no meterse con lo ajeno.
—A veces siento que no te conozco a pesar de los años, eres tan feroz que me asustas, ¿Sabes...? creí ver tus ojos cambiar de color por la ira, sentí que explotarías toda la empresa.
