"Bebé, espérame en el hotel. ¡Esta noche quiero darte una gran sorpresa!".
Las noches de verano en la ciudad Jing eran embriagadoras y encantadoras.
Cha Chu estaba en la puerta de la suite del hotel, suspirando nerviosamente. Se encontraba allí para ver a su novio, con quien había estado saliendo durante cinco años.
Después de estar tres años separados, manteniendo una relación a distancia, Yue Qi finalmente estaba de vuelta y le había enviado un mensaje de texto pidiéndole que se reuniera con él, ya que quería darle una gran sorpresa.
Cha respiró hondo y se dio unas palmaditas en sus mejillas sonrojadas al recordar que Yue le había dicho que le propondría matrimonio cuando regresara al país.
¿Acaso lo haría esa noche?
Pensando en eso, Cha contuvo su entusiasmo, sacó la tarjeta de la habitación y abrió la puerta. Pronto se dio cuenta de que todo a su alrededor era oscuridad y no podía ver nada.
Ella parpadeó y trató de buscar a Yue. "Yue...". Tan pronto como abrió la boca, alguien se acercó a ella y envolvió su esbelta cintura en un cálido abrazo.
Un segundo más tarde, sus labios fueron reclamados.
El perfume del hombre llenó las fosas nasales de Cha y ella no pudo evitar gemir y rodearlo por la cintura con sus brazos.
¿Era Yue?
Su cuerpo no parecía ser el mismo de antes, era más fuerte. Pero ya hacía mucho tiempo desde la última vez que lo había visto, así que no le prestó atención a ese detalle.
Cha se dejó llevar por el feroz ataque del hombre, ronroneando como una gatita.
A pesar de que ya tenían cinco años juntos, la pareja nunca había cruzado la línea.
Pero esa noche, al sentir ese ardiente deseo correr por sus venas, decidió entregarse a él.
De todos modos, él estaba a punto de proponerle matrimonio. ¿Por qué estaría mal disfrutar antes de su noche de bodas?
Con eso en mente, se puso de puntillas y respondió al beso apasionado del hombre, quien al sentir el cuerpo suave y delicado de Cha, emitió un sonido gutural muy sexy que revelaba su desespero.
Pronto la levantó y la llevó a la cama, donde presionó su cuerpo ardiente contra el de ella...
A la mañana siguiente, ella se despertó con los rayos del sol entrando por la ventana.
Sentía su cuerpo como si lo hubieran aplastado, le dolía tanto que incluso le resultaba difícil darse la vuelta.
Pensando en la candente escena de la noche anterior, se sonrojó y giró la cabeza para mirar en secreto al hombre que descansaba a su lado. Él se encontraba de espaldas a ella y su piel color miel lucía bronceada bajo la luz del sol, lo cual era muy atractivo.
Cha quedó perpleja por un momento.
Después de no verse durante tres años, la piel de Yue parecía haberse vuelto mucho más oscura.
Reprimió los extraños pensamientos que vinieron a su cabeza y se dispuso a abrazarlo. Ella acurrucó su rostro en su espalda, y le susurró: "Buenos días".
No recibió la dulce respuesta de Yue que estaba esperando, sino un gruñido frío y despiadado: "¡Hazte a un lado!".
Aquel hombre la empujó y ante tal rechazo, ella quedó atónita.
¡Un momento! ¡Esa voz!
¡No era la voz de Yue!
Cha quedó paralizada, era como si un rayo la hubiese alcanzado.
En medio de su sorpresa, vio al sujeto levantarse de la cama y colocarse una bata de baño. Cuando se dio vuelta y la miró, Cha pudo ver a contraluz sus delicados rasgos faciales que revelaban que era tan atractivo como un dios.
Reflejaba un temperamento noble y un aura fuerte, parecía un rey poderoso e ilustre.
Yue era muy guapo, ¡pero menos de una décima parte del hombre frente a ella!
El corazón de Cha se hundió de repente y su rostro palideció en un segundo.
¡No era Yue! ¡Se había acostado con un desconocido!
Rápidamente, se cubrió el pecho con la sábana y preguntó. "¿Quién eres y por qué estás en la habitación de mi novio?".
Shenxing Li le dirigió una mirada penetrante a la mujer frente a él, quien era todo un manojo de nervios.
La chica tenía un rostro delicado y una expresión pura, ojos almendrados, claros y brillantes, una nariz pequeña y labios rosados y carnosos; a primera vista, parecía una chica sin experiencia. Era innegable que tenía una apariencia y un temperamento angelical.
¿Pero quién era Shenxing?
Él había visto a demasiadas mujeres como ella que se arrojaban a sus brazos y luego fingían inocencia. Cansado de ese truco, sacó hábilmente la chequera y anotó una serie de números.
Luego, arrojó el trozo de papel a la cara de Cha.
"Tómalo y vete de inmediato".
Su tono de voz no mostraba emoción alguna, era como si el hombre apasionado de la noche anterior solo hubiese sido una alucinación.
Cha tomó el cheque que se hallaba sobre la cama y miró la cantidad escrita, entonces se echó a reír.
¿Cinco millones?
Este hombre en realidad era muy generoso, pero ¿acaso la estaba tratando como a una pr*stituta?
