Aquella noche habían organizado una gran fiesta de cumpleaños para la señorita Byrd en la finca familiar de Brickelwhyte.
Leslie Byrd llevaba puesto un elegante vestido de seda rojo que mostraba su figura perfecta, la cual lucía encantadora.
No llevaba ningún tipo de maquillaje, ni ninguna otra cosa en su rostro, lo cual combinaba bien con su piel naturalmente clara, y definitivamente los diamantes en el vestido rojo le daban esa vibra brillante y rosada.
Junto a ella estaba su esposo Jensen Burgess, y en ese momento Leslie tenía una enorme sonrisa que desbordaba de felicidad y orgullo en su rostro, ya que era su primer aniversario, y al mismo tiempo su cumpleaños.
La gente la admiraba como si fuera una princesa, y no dejaban de susurrarse cumplidos unos a otros.
"Escuché que la madrastra de Leslie la mima, incluso más que a su propia hija".
"¡Sí, ese collar que lleva puesto es la Gema de la Eternidad! Le habrá costado a Ashley más de diez millones. ¡Es una obra maestra del famoso diseñador italiano Hank!"
"¡Mira, esa es Sarah, la hija mayor de Ashley, tan delicada y encantadora!"
Leslie no pudo evitar sonreír con orgullo. Su vida transcurría demasiado bien, a pesar de que había perdido a su madre biológica a una edad temprana, aunque en la actualidad contaba con un esposo amoroso, padres cariñosos y una media hermana...
"¿Cómo te sientes? ¿Cansada?"
Una hora más tarde, Jensen acarició suavemente la frente de Leslie, con su bello rostro desbordando de un genuino afecto.
Después de haber propuesto un brindis a los invitados, Jensen notó que Leslie parecía un poco cansada, así que decidió llevarla al balcón.
"Contigo a mi lado no estoy nada cansada", dijo Leslie, sorbiendo el jugo que Jensen le había entregado, mientras inclinaba la cabeza, luciendo un poco culpable.
"Hermana, disfrútalo mientras dure. ¡Tu cumpleaños podría convertirse en el día de tu muerte!"
Una fría voz la interrumpió y Leslie se sintió sorprendida al ver entrar a su media hermana Sarah.
La finca tenía una gran vista del mar y el balcón colgaba sobre el acantilado. Además, la puerta estaba insonorizada, por lo que nadie podía oírlos hablar.
Sarah, generalmente, era bastante tranquila, aunque en ese momento tenía una sonrisa burlona, e inmediatamente cerró la puerta y empujó a Leslie con fuerza.
"¡Perra, quita las manos de mi hombre!", declaró Sarah.
Por consiguiente, el rostro de Leslie palideció de inmediato y miró a Jensen en shock, ya que el hombre ya no llevaba puesta su máscara, por lo que podía observarse su fría mirada.
"¡Eres patética! Sarah, Jensen es mi marido. ¿Quién te crees que eres? ¿Cómo te atreves a llamarme de esa manera?" Al verla que estaba apoyada contra él, Leslie dio un paso adelante, lista, para darle una buena bofetada.
Sin embargo, Jensen tomó rápidamente, la muñeca de Leslie, "Leslie, es mi culpa. He estado enamorado de Sarah por un tiempo..."
En ese momento, Leslie sintió como si mil flechas le hubieran atravesado el corazón. "¿Qué dijiste?"
¿Habían estado casados por un año y recién ahora le confesaba que había estado enamorado de su hermana por un tiempo? ¿Cuándo habría comenzado todo?
"¡Hace tres años!" Sarah parecía triunfante y ya no quería ser más su amante secreta. "Y estoy embarazada de dos meses de Jensen ¡Así que es hora de que te vayas!"
A continuación, el rostro de Sarah se contrajo con malicia, aunque Leslie aún no entendía lo que estaba pasando.
"Jensen, ¿qué es todo esto?"
El hombre ya no evidenciaba ningún tipo de culpa en sus ojos y enseguida miró a Leslie con cierta frialdad. "Leslie, ya me cansé de estar contigo. A partir de esta noche, finalmente podré vivir con la mujer que amo".
El rostro de Leslie palideció aún más y Sarah se acercó de inmediato. "Leslie, ¿sabes por qué mi mamá te consiente? Déjame decirte que mamá te crio como una heredera tonta a la que solo le importa el lujo. ¡Y aquí estás! ¿Sabes cuánto te desprecia mi papá?"
Leslie sintió un escalofrío que recorría su espalda. ¡Sí, se había obsesionado cada vez más con los artículos de lujo, y casi se había vuelto como una adicción! Port lo tanto, una vez que ponía sus ojos en algo, ¡tenía que tenerlo!
"Mi mamá te entrenó para que seas una tonta, y mi papá finge adorarte, a pesar de que te desprecia. Esa es la única manera de conseguir la enorme herencia que tienes. Además, hemos puesto drogas en tu jugo y pronto caerás por el precipicio. Tu herencia, tu hombre, y esta mansión valorada en millones serán mías".
"¡Paf!"
Leslie se enfureció hasta la médula y abofeteó a Sarah. "¿cómo te atreves?"
"¡Leslie! ¡Cómo te atreves a golpear a mi amada mujer!" Jensen se puso furioso y empujó con fuerza a Leslie varios pasos hacia atrás, por lo que su espalda chocó contra la barandilla.
Inevitablemente, Leslie sintió como si le hubieran apuñalado el corazón y su rostro comenzó a arder de dolor, y a continuación, miró a su marido con incredulidad. El año anterior, el hombre la había colmado con tanto amor, por lo que jamás imaginó que él...
¡No solo Jensen, sino también su madrastra Ashley y su media hermana Sarah! ¡Esas dos mujeres traicioneras la habían tratado amablemente, aunque en realidad albergaban intenciones tan maliciosas!
"¡Jensen! ¡Sarah! ¡Son un dúo despreciable! Que alguien me ayude..."
Leslie estaba a punto de gritar para pedir ayuda, pero de repente su cuerpo convulsionó y una excitación inexplicable la hizo bailar incontrolablemente.
"Leslie, ¿cómo te sientes? Es una nueva droga... ¡Un nuevo tipo! ¡Je, je, je, cuando mueras, la gente pensará que te caíste debido a una intoxicación por drogas! Además, ¿recuerdas esa cena de hace siete años? También bebiste la nueva droga. Yo te la di. Ah, y por cierto, tu mamá, esa perra, también fue envenenada de la misma manera..."
Sarah se burló, apoyándose contra el pecho de Jensen, con una sonrisa tan venenosa como una daga, cegando los ojos de Leslie.
Y aunque la droga se había apoderado de ella, su mente aún permanecía clara.
"Perra... , así que fuiste tú quien mató a mi mamá..., y me drogó..." Leslie finalmente se dio cuenta de lo que en verdad había sucedido, pero ya era demasiado tarde.
Su cuerpo se movía incontrolablemente y Jensen caminaba hacia ella paso a paso. "¡Leslie, por el bien de nuestro breve matrimonio de un año, no permitiré que sufras!"
¡Luego de decir eso, una fría intención asesina brilló en los ojos de Jensen, y enseguida empujó con fuerza a Leslie por el acantilado!
De inmediato, Leslie se agarró con fuerza de la ropa de Jensen, con lágrimas brotando de sus ojos y con su corazón profundamente herido.
"¡No... por favor! No me mates. Tengo un terreno que vale miles de millones..." Los ojos de Leslie lucían suplicantes. "No me maten. ¡Les transferiré la tierra!"
En ese momento, Jensen y Sarah intercambiaron miradas, con sus ojos resplandeciendo con una intensa codicia.
"Escucha… Jensen, acércate…" Leslie temblaba intensamente mientras le suplicaba.
