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Renacimiento : la Venganza de una Heredera

Renacimiento : la Venganza de una Heredera

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Introdução

Davina Scott era una niña rica mimada y siempre creyó que sus elecciones eran las mejores. Hasta que su novio la asesinó. Antes de eso, creía que su novio era el hombre perfecto que había elegido e intentó por todos los medios cortejarlo. Lo que ella no sabía era que su novio se estaba haciendo el difícil y, mientras tanto, codiciaba sus bienes y su rica familia. Debido a su elección irracional, su familia sacrificó todo para despertarla. Y finalmente sacrificó su propia vida. Ahora ella renació. ¡Ya no era la niña malcriada y decidió hacer pagar a su vicioso novio! Mientras tanto, ella finalmente regresó con su hombre perfecto...
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Chapter 1

"Davina es una idiota. ¿En serio creyó que la amabas? ¡Ja! ¡Ridícula!".

Las llamas se expandieron por el almacén abandonado donde Davina estaba atada.

Sintió la agonía del fuego y la crueldad de aquella verdad que Emily Scott y Clarence Hall le revelaban sin compasión.

"¡Bah! ¡Cuando esté muerta, Philip tendrá que tratarme como a la única hija de la familia Scott sin importar que su sangre no corra por mis venas! ¡Davina, p*rra, vete al infierno!".

Esta se desplomó con los ojos llorosos clavados en la puerta y con una expresión llena de desesperación y tristeza.

Había pensado que Emily era honesta y que Clarence se había enamorado de ella por fin. ¡Jamás se imaginó que quisieran asesinarla en secreto!

"Seguro que Leonardo la está buscando. ¡Un romántico excéntrico!", se burló Clarence, y Davina, en medio de la conmoción, alcanzó a escuchar sus palabras.

"Está enojado. ¿Cómo puede seguirla amando tanto después de que esa p*rra le partió las piernas?", añadió Emily.

"¡Qué pena! Incluso me conmueven su fidelidad y su lealtad. Lástima que Davina solo tenga ojos para ti, cariño", prosiguió.

"¿No es esa la razón de que podamos matarla?".

"¡Oh! Es verdad. ¡Jaja!".

A medida que perdía la consciencia, Davina sintió que sus horribles voces iban apagándose poco a poco.

¡Pum!

Alguien golpeó la puerta con fuerza.

"¡Davina! ¡Davina! ¡No tengas miedo! ¡Aquí estoy!".

Esta luchó por abrir los ojos y, temblando de espanto, se volvió hacia la puerta, que ardía en medio de las voraces llamas.

¡Era Leonardo Cosby!

¡No se había dado por vencido!

«¿Por qué me amas después de todo lo que te hice?», se dijo para sus adentros con los ojos llenos de lágrimas y sintió que la oscuridad la devoraba.

«Si pudiera volver en el tiempo, haría todo diferente».

...

Con la respiración entrecortada y el sudor cubriéndole la frente, Davina abrió los ojos en un instante.

Derrick Scott la miraba con asombro y preocupación. "Davina, ¿estás despierta? ¿Cómo te sientes?".

Aquella voz, familiar y extraña a la vez, la dejó estupefacta.

Lo miró detenidamente y, al cabo de un rato, le preguntó incrédula: "¿Derrick?".

¿Cómo era posible? ¿Acaso estaban en el cielo?

Derrick Scott era su hermano mayor, que había sido condenado a muerte tres años atrás por consumo de dr*gas y divulgación de documentos confidenciales.

Consternada, Davina se llevó las manos a la cabeza.

"Davina, ¿qué sucede?", le preguntó él preocupado y le puso una mano en el hombro. "¿Te sientes bien? Llamaré a un médico".

Cuando ella sintió su calor sobre la piel, se percató de que no estaba soñando.

¡Estaba vivo!

Enseguida, las lágrimas le empezaron a correr por las mejillas y lo abrazó con fuerza. "¡Derrick!".

Sintió que le devolvían la vida.

Como si estuviera de regreso en aquellos días en que su hermano y su padre estaban sanos y salvos.

Entonces, ¿Leonardo también estaba bien?

Llena de esperanzas, Davina levantó la cabeza con entusiasmo. "Derrick, ¿dónde está Leonardo?".

Al mencionar su nombre, no pudo evitar sentir que el corazón se le destrozaba.

En su vida pasada había cometido demasiado errores. Ahora estaba decidida a enmendarlos. ¡Jamás dejaría que las tragedias se repitieran!

Derrick frunció el ceño. "¡Davina, no puedes empujarlo por las escaleras así no quisieras comprometerte con él! Tú...".

Antes de que pudiera terminar, Davina salió tambaleándose de la habitación.