El Mejor Amigo de Mi Padre
"¿Q-qué estás haciendo?" Pregunté, mi respiración se hizo más pesada mientras sus cálidos dedos avanzaban poco a poco hacia la parte inferior de mi bikini.
"Me llamaste cobarde antes, ¿recuerdas?" Preguntó, con su otra mano envuelta alrededor de mi garganta y sus labios rozando torturadoramente los míos. "Así que veamos cuánto puedes soportar si rompo los límites".
"¿Qué estás haciendo?" pregunté, mi respiración se agitaba mientras sus cálidos dedos se acercaban a mi bikini.
"Antes me llamaste cobarde, ¿recuerdas?" Él preguntó, su otra mano alrededor de mi cuello y sus labios rozando tortuosamente los míos "Así que vamos a ver qué tanto puedes aguantar si cruzo los límites."
"No he dicho nada malo", exhalé, la colisión del calor de nuestros cuerpos hacía que la humedad entre mis muslos aumentara aún más.
"¿Ah, sí?" Él enganchó mis piernas alrededor de su cintura dejándome sorprendida.
Abrí la boca para decir algo pero antes de que pudiera salir alguna frase, deslizando más allá de mi bikini, sus dedos ya estaban sobre mi clítoris desnudo y al siguiente segundo se introdujeron dentro de mi estrecho agujero haciéndome gritar.
Pero todo se quedó en silencio cuando presionó sus ardientes labios contra los míos, justo como había deseado desde el primer día que lo vi.
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Siempre supe que lo que sentía por Jacob Adriano estaba mal en tantos sentidos. Era el mejor amigo de mi papá, completamente prohibido, pero no podía dejar de desearlo. Y una vez, en la boda de destino de mi papá, me encontré con él después de años... Perdí todas las barreras que tenía y claro, planeaba hacer que él perdiera las suyas también.
Después de todo, Jacob Adriano, el atractivo italiano pecaminosamente, no era ajeno a mi obsesión por él.
Pero poco sabía que las relaciones prohibidas siempre traen caos y destrucción...
Contenido para mayores de 18 años, fuerte, maduro y sexual.
novela romántica 4.5